Vio entrar al doctor a la habitación y hablar en voz baja con sus padres. Primero su madre comenzó a llorar desconsoladamente y luego observó como corrían las lágrimas por las mejillas de su padre, entonces entendió que la hora había llegado.
El doctor se acercó y le dijo:
- Patricio, te acuerdas que te había contado de una organización que cumple los deseos de chiquitos "especiales" como vos?
- Si, Doctor.
- Bueno, no queda mucho tiempo y sería bueno que pidieras un deseo.
- Cuanto tiempo queda, dígame la verdad Doctor, yo lo sabré entender.
Vio como a sus padres se le desencajaban sus rostros, contenían las lágrimas, y trataban de poner expresiones complacientes del otro lado de la cama.
- Mira Patricio es poco tiempo, los últimos estudios no dieron muy bien, entiendes lo que te digo, no?
Su madre se voltea y el ve como su cuerpo se convulsiona por el llanto que esta tratando de contener, y al mismo tiempo escucha el sollozo también contenido.
- Si, entiendo Doctor. Pero no me dijo cuanto tiempo queda…
- Muy poco Patricio, por eso si quieres algo pídelo por favor.
- Es que no se me ocurre, déjeme pensar. Pero para saber las dimensiones de lo que puedo pedir por favor dígame cuanto tiempo queda.
- Es muy poco…
- Cuanto?
- Dos horas y media.
Escucha el llanto y los gemidos ya incontrolables y ve a su padre enjuagándose las lágrimas de sus ojos.
- Uf, es poco en serio.
- Si, ahora entiendes porque hace tiempo insisto en que pienses un deseo para que te lo cumplamos. En este momento no son muchas las cosas que vamos a poder conseguir.
- Es que usted no entiende Doctor, de este lado la presión es muy grande, no es fácil elegir UNA cosa para que me cumplan y más para un chico feliz como yo que tiene unos padres maravillosos que le han satisfecho sus deseos y caprichos siempre.
Ve como su madre se dirige casi corriendo a un rincón de la cuarto ya sin poder disimular su llanto y quejidos de ninguna manera, y como su padre a comenzado a dejar caer sus lágrimas sin intentar siquiera esconderlas.
- Entiendo Patricio. Quieres que te dejemos solo pensando?
- No, no hace falta, por favor quédense.
- Bueno, te podemos ayudar en algo?
- No, gracias Doctor. A ver…
Se lo ve a Patricio pensando. El doctor esta a su lado mirándolo en su intento de que se le ocurra algo para pedir. Sus padres abrazados de espaldas en el lado opuesto tratando de recomponerse.
- Creo que ya se. (Dijo Patricio en voz alta y con mucha alegría).
Sus padres se dieron vuelta. El doctor los miró y ellos se acercaron a la cama, mientras Patricio presionando un botón de un dispositivo hacia que la cabecera de la cama se elevara para quedar más incorporado al momento de hablar.
Una vez que estaban todos a su alrededor, tosió y los tres lo miraban con impaciencia y expectativa. Sus padres todavía con la mirada mojada y los ojos colorados.
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